Monseñor Alfonso García López es ordenado como nuevo Vicario Apostólico de Guapi en medio de una emotiva ceremonia en Istmina

marca un hito para la Iglesia Católica del Pacífico Colombiano, pues se trata del segundo obispo afrodescendiente del país.

La ceremonia, presidida por monseñor Mario de Jesús Álvarez Gomez, obispo de Istmina-Tadó, que contó con la asistencia del Nuncio Apostólico en Colombia, Paolo Rudelli, reunió a 12 obispos, sacerdotes y religiosos del Chocó y del Cauca, autoridades civiles y cientos de fieles que acudieron a la celebración llenos de alegría y gratitud a Dios por el nuevo obispo, nacido en ese territorio.


Un momento de gratitud y compromiso


En su emotivo discurso, el nuevo obispo agradeció a Dios, al Papa y a su tierra chocoana: «Me presento ante ustedes, pobre y frágil tal como soy, pero con un profundo agradecimiento al Señor, que se sirve de lo frágil del mundo para realizar sus obras». Destacó el apoyo de su familia, en especial de su madre, María Engracia López, y de sus mentores espirituales, como el padre Gabriel Álvarez Taborda, quien inspiró su vocación en la parroquia de Juradó, su pueblo natal.


Dirigiéndose a los habitantes de Guapi, les dijo: «Los siento ya como mi familia y como un enorme regalo que Dios me hace. Tengo un gran deseo de irlos conociendo y de poner toda mi persona al servicio de ustedes». También hizo un llamado a la unidad, siguiendo el lema del Papa León XIV: «En Hilo Uno somos uno: una Iglesia en estado de cercanía, fraternidad y solidaridad, especialmente con los más pobres».


Una misión marcada por la esperanza


Monseñor Mario de Jesús Álvarez, en su homilía, resaltó el desafío pastoral que asume García López: «Es tu turno, amado Alfonso. Como representante elegido de estos pueblos, evita que la historia de tu sangre siga siendo un baldón de exclusión, violencia y corrupción». Además, lo exhortó a vivir su ministerio con humildad y entrega: «Tu vida en Cristo es amor, tu vida con Cristo es cruz. Vívela con humildad, porque en la cruz brilla la luz de la resurrección».


Un líder para el Pacífico Colombiano


Monseñor García López se ha destacado por su labor en zonas de difícil acceso. Antes de su nombramiento, se desempeñaba como vicario general y exorcista de la Diócesis de Istmina-Tadó, roles que reflejan su formación integral y su compromiso con las comunidades vulnerables. Su llegada a Guapi, un territorio con profundas necesidades sociales, se vislumbra como un signo de esperanza para la región.


Posesión canónica en Guapi


La ceremonia de posesión canónica en el Vicariato Apostólico de Guapi será el 12 de agosto, donde monseñor García López asumirá formalmente su labor pastoral. Su nombramiento ha sido celebrado como un reconocimiento a la riqueza cultural y espiritual del Pacífico, así como un impulso para la evangelización en una de las zonas más olvidadas del país.