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Guapi, Cauca – En una ceremonia cargada de fe, cultura y compromiso misionero, el pasado 12 de agosto monseñor Alfonso García López asumió oficialmente como Vicario Apostólico de Guapi, marcando el inicio de una etapa clave para la Iglesia en el litoral pacífico.
La Catedral La Inmaculada Concepción fue el escenario donde, entre cantos y oraciones, se dio la posesión canónica presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, en representación del Papa León XIV.Un vicariato que respira diversidad y fe
El territorio del Vicariato Apostólico de Guapi, con 11.232 km² y una población mayoritariamente afrocolombiana (90%), junto a comunidades indígenas embera y mestizas, ha sido históricamente evangelizado por misioneros desde el siglo XVII.
El padre Arnulfo Moreno Quiñonez, provicario hasta mayo, presentó al nuevo pastor ante una asamblea de obispos, sacerdotes, líderes comunitarios y autoridades civiles.
“Esta es la Iglesia que, entre luchas y lamentos, seguimos caminando; en alegría y esperanza estamos en pie”, expresó, agradeciendo el “sí” de monseñor Alfonso a un pueblo que lo recibe como Padre y Pastor.
Un llamado a no temer
En su homilía, monseñor Alfonso, originario del Chocó y con amplia experiencia pastoral, hizo un llamado directo:
“Sean fuertes y valientes, no teman, no se acobarden, pues el Señor irá adelante. No les dejará ni les abandonará”.
Advirtió sobre el egoísmo que generan los “afanes desenfrenados” y propuso una hoja de ruta basada en tres ejes:
- Unidad y caridad: superar divisiones y fomentar fraternidad.
- Eucaristía como motor: fuente de unidad y transformación.
- Diálogo en medio del conflicto: tender puentes en un mundo dividido.
Desafíos y esperanza
El nuevo Vicario llega a una región donde la Iglesia es bastión de educación y desarrollo social, pero que enfrenta violencia armada, narcotráfico, pobreza estructural y discriminación. Su misión, dijo, será acompañar a las comunidades desde la esperanza activa, priorizando la pastoral afro e indígena, la juventud y los procesos de reconciliación.
Protegidos por la Inmaculada
Monseñor Alfonso cerró su mensaje encomendando su labor a la Inmaculada Concepción, patrona del Vicariato:
“Que nos proteja de toda adversidad y nos haga amantes de la pureza del alma”.
